1/5/2022-

¿Cómo se gestiona la presión?

En alguna oportunidad Diego Armando Maradona pronunció la siguiente frase: “Presión tienen los que se levantan a trabajar a las 5 AM”. A partir de esto, reflexionamos y nos preguntamos qué lugar ocupa este término en el mundo del deporte, principalmente en el alto rendimiento, ya que existe una determinada exigencia y presión aparentemente por un único resultado: el triunfo.


En alguna oportunidad Diego Armando Maradona pronunció la siguiente frase: “Presión tienen los que se levantan a trabajar a las 5 AM”. A partir de esto, reflexionamos y nos preguntamos qué lugar ocupa este término en el mundo del deporte, principalmente en el alto rendimiento, ya que existe una determinada exigencia y presión aparentemente por un único resultado: el triunfo. Dentro del marco de la psicología deportiva existe la posibilidad de trabajar, por ejemplo, el control de las presiones.

Se sabe que ambos equipos irán en busca de un mismo objetivo: ganar. Una competencia por algo que se alcanza en soledad, es decir, solamente mi equipo puede ganar. Aquel que realice una práctica deportiva que implique una situación de competencia, tiene por sabido que no existen garantías que aseguren el éxito. Al momento de la ejecución hay dos resultados posibles y no hay forma de garantizar alguna de estas. Ahora bien, desde la experiencia y la teoría que estudia los estados de ánimo, sostenemos que el objetivo de ocupar un lugar único sumado a la imposibilidad de poder recurrir a un método 100% garantizado y universal genera cierto monto de ansiedad en el deportista. La ansiedad, reina de la mala prensa, no es necesariamente dañina. En un correcto grado y con una forma adecuada de canalizarla trae interesantes dividendos al deportista.

Según la Asociación Americana de Psiquiatría, se considera a la ansiedad como una emoción natural tanto en individuos como en animales, que se encuentra presente a lo largo de toda la vida y es una reacción emocional y corporal ante una posible amenaza (la cual puede ser real o imaginaria). Todas esas acciones pueden servir para que el individuo se defienda de algo. Puede ser positiva siempre y cuando sea vivenciada como necesaria para efectuar un conjunto de acciones como respuesta a la situación amenazante. Sin embargo, cuando se convierte en negativa (la sensación de ansiedad) se convierte en excesiva o desproporcionada respecto al estímulo que la provoca, aparece de manera muy frecuente o duradera y produce limitaciones de diversa índole en la vida cotidiana de quien la padece restringiendo sus posibilidades de adaptación al cambio.

Consideramos que la forma correcta de canalizar la ansiedad es la clave para poner límites a la presión por ganar. Es aquí donde la ansiedad se encuentra o podría encontrarse con la presión y transformarse en una combinación nociva para el deportista.

La Psicología aplicada al deporte posee las herramientas para permitirle al deportista trabajar acerca de los niveles de ansiedad, es decir, de qué forma voy a hacer que la ansiedad propia de la obligación de ganar tenga un buen destino. Un destino saludable.

Podemos trabajar a nivel representacional, es decir a través de la palabra y en ocasiones decir o escuchar algo que origine una realidad (es normal escuchar “y me cayó la ficha…” o “y a partir de que pensé eso nunca más volví a hacer aquello»). Pero también desde el acto, por ejemplo resolviendo conflictos a través de diferentes técnicas. En definitiva, la ansiedad es un sentimiento y así como tiene su propia autonomía también está regida en gran parte por las leyes de lo inconsciente.

Ahora bien, ¿Por qué llegamos a tal reflexión luego de haber citado el traspaso de Lionel Messi a su nuevo equipo? Por una sencilla razón que está relacionada con la presión por ganar en la que se desarrolla el deportista. Parecería que, luego de las inalcanzables e impensadas incorporaciones que hizo el club parisino, sólo le queda un destino: ganar todo lo que juegue; no hay oportunidad alguna en la que se logre pensar la posibilidad de que el PSG no sea campeón de todo lo que juegue.

Sospechamos que esta idea está instalada en los jugadores ya sea el que menos minutos tuvo o el más inexperto de lo jóvenes del plantel hasta el mismísimo y consagrado astro argentino. Pensamos que para que Messi (y todos sus compañeros) tengan un buen rendimiento es necesario construir un método para canalizar la ansiedad que la presión por ganar genera.

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